De mirador a basurero en Santa Úrsula
SANTA ÚRSULA De mirador a basurero en Santa Úrsula Vecinos de la calle Taoro se quejan del mal estado de la instalación debido a la falta de...
SANTA ÚRSULA De mirador a basurero en Santa Úrsula Vecinos de la calle Taoro se quejan del mal estado de la instalación debido a la falta de...
Acabar o reducir al máximo las recurrentes pérdidas de agua en las redes municipales para lo cual se dibujará un plan, previo informe de los ayuntamientos. Es la principal medida global, junto a la optimización del riego agrícola, así como las desaladoras y depuradoras en marcha, para paliar la sequía del campo en Tenerife, origen de la declaración este mes de la emergencia hídrica. Javier Davara, gerente del Consejo Insular de Aguas, entidad dependiente del Cabildo, desgrana las iniciativas propuestas. Entre ellas, las más destacadas de las 34 obras hidráulicas a impulsar –por un valor global de 420 millones de euros– o las 14 acciones para equilibrar la oferta y la demanda. Davara vaticina: «No prevemos cortes en el agua del grifo en el próximo verano». Señala que «hay que tener en cuenta las singularidades de un sistema interconectado para todos los usos, abasto y riego».
El gerente de la entidad encargada de gestionar la declaración de la emergencia hídrica por la sequía en la Isla, matiza respecto a la posible restricción al consumo humano que «pudiera darse en algún momento puntual en zonas altas o salir con menor presión como ocurrió el año pasado en el casco de La Laguna durante las olas de calor, pero sin cortes en el suministro humano».
Valora quien es un experto en el ciclo integral del agua que «ante una situación de emergencia como esta no solo puedes actuar desde el punto de vista de la oferta en generar más sino también de la demanda» porque «cuanto más en el mercado, más se consumirá si no tomas medidas tarifarias o de fomento del ahorro porque por mucho que produzcas nunca será suficiente». Apunta que «las iniciativas tomadas van dirigidas a eso». Indica Davara que «parece que se ha mejorado en la eficiencia del riego en los últimos años; no hay a manta sino solo por goteo o por aspersión». Una de las claves estaría en disminuir la demanda, pero no por las necesidades básicas sino por optimizar.
José Domingo Méndez