Situado en el municipio de Santa Úrsula, en la calle que lleva su nombre, el mirador de Taoro es un lugar que ofrece unas maravillosas vistas de todo el Valle de La Orotava, cuyo límite lo marca el barranco de El Pino. Hasta hace unos años era un lugar tranquilo pero después de la pandemia se ha convertido en un verdadero suplicio para los vecinos del lugar.
No tienen alumbrado público y el mirador es un verdadero estercolero. Latas, papeles, orines, rabo de gato, condones, botellas, y todo tipo de basura son arrojadas al barranco e inundan el suelo y las canteras de una zona que todavía eligen muchas personas para detenerse a disfrutar del paisaje.